El cuidado y la seguridad en el uso de flores naturales
El aspecto más importante al hablar de flores comestibles en repostería es la seguridad. No todas las flores son aptas para el consumo, de hecho, muchas son tóxicas y pueden ocasionar reacciones graves si se utilizan sin conocimiento. Por ello, el primer cuidado esencial es la procedencia. Las flores deben provenir de cultivos orgánicos certificados o de productores especializados que garanticen que han sido sembradas y tratadas sin pesticidas ni fertilizantes químicos.



Otro aspecto a cuidar es la preparación. En la mayoría de flores, los pétalos son la única parte comestible, mientras que los tallos, pistilos o centros deben retirarse antes de usarlas. También es indispensable lavarlas cuidadosamente con agua fría para eliminar cualquier impureza y secarlas bien antes de colocarlas sobre el pastel. Este proceso asegura que las flores no solo luzcan hermosas, sino que sean seguras al momento de consumir el postre.

Finalmente, es fundamental estar informado sobre qué especies nunca deben usarse en repostería. Flores como las hortensias, lirios, narcisos, azaleas o adelfas son tóxicas y no deben estar cerca de los alimentos. El conocimiento y la precaución son la clave para que las flores comestibles aporten belleza sin poner en riesgo la salud.

